El concepto intersex se refiere a las variaciones congénitas en las características sexuales que no coinciden con las definiciones médicas y las concepciones sociales de lo masculino y femenino. Esas variaciones son cromosómicas, hormonales y anatómicas, pueden ser más o menos evidentes, y detectarse al nacimiento o en etapas posteriores de la vida, en particular, durante la pubertad. Al estar fuera de las nociones típicas de los cuerpos femeninos y masculinos, las personas intersexuales están particularmente expuestas a violaciones a sus derechos fundamentales, que han permanecido invisibilizadas, y que, entre otras cosas, incluyen barreras para obtener certificados o actas de nacimiento a intervenciones médicas que buscan normalizar los cuerpos intersex en función de lo que se concibe como femenino o masculino, y experiencias de estigmatización, discriminación y violencia.