El concepto de familia no es estático, cerrado y aislado del tiempo, es una noción dinámica cuya evolución ha respondido principalmente a los cambios económicos, gracias a los cuales se ha ido modelando la interacción entre sus miembros. Asimismo, el paradigma de los derechos humanos y, en especial, los movimientos feministas han influenciado la reconfiguración de las relaciones familiares.