Un Estado democrático debe gobernar con la ley, y la progresiva mejora de ésta es una de sus obligaciones. Por ello es relevante este libro. Muestra la voluntad de perfeccionar un instrumento que, aunque de reciente creación en nuestro país —la lfped fue promulgada en 2003— exige ser revisado y comprendido a cabalidad para aprovechar mejor su contenido y, si es el caso, para reformarlo.