Este estudio ilustra la dimensión de las dificultades que ciertos grupos sociales enfrentan para ejercer sus derechos en México. Con base en un análisis de las desigualdades sociales en el trabajo y la educación, la investigación cumple con su principal objetivo: medir las consecuencias que derivan de la discriminación. Así, esta publicación reafirma que la discriminación es un fenómeno estructural: su carácter es reiterado y generalizado, de manera que trasciende actos individuales. A partir de tres casos ilustrativos—jóvenes indígenas, mujeres y personas con discapacidad.